En el ámbito laboral, muchas veces nos encontramos con este tipo de situaciones y es esencial saber actuar con estrategia para evitar riesgos innecesarios. Cuando hablamos de dirigentes sindicales, debemos remitirnos a lo que señala el artículo 243 del Código del Trabajo: “los directores sindicales gozan del fuero laboral desde la fecha de su elección y hasta seis meses después de haber cesado en el cargo”. ¿Y qué significa esto en la práctica? Muy simple: estos trabajadores tienen fuero, una protección especial que impide su despido de manera directa. Si la empresa está realmente en una situación que exige la desvinculación de un dirigente sindical, deberá solicitar autorización judicial al juez competente, y dicha solicitud solo puede fundarse en ciertas causales legales.
Estas causales son muy acotadas: • Vencimiento del plazo del contrato (art. 159 N° 4). • Conclusión del trabajo o servicio que dio origen al contrato (art. 159 N° 5). • Y las causales disciplinarias del artículo 160: falta de probidad, conductas inmorales, injurias al empleador, negociaciones prohibidas, inasistencias injustificadas, abandono del trabajo o incumplimiento grave de las obligaciones contractuales.
Ahora bien, ¿qué pasa si la empresa igualmente despide a un dirigente sin contar con el desafuero? Aquí está el verdadero problema. Ese despido abre la puerta a una serie de riesgos que pueden ser extremadamente costosos para la empresa: una demanda de tutela por vulneración de derechos fundamentales (con indemnizaciones que pueden ir entre 7 y 11 remuneraciones), el pago de todas las indemnizaciones legales derivadas del despido y, como ocurre en la mayoría de estos casos, al declararse injustificado el despido, la indemnización por años de servicio se incrementa con el recargo legal del 80%.
A esto se suma un punto fundamental: al no existir autorización judicial previa, el despido simplemente no produce efecto. En consecuencia, el trabajador puede solicitar la nulidad del despido, y la empresa deberá pagar remuneraciones y cotizaciones previsionales durante todo el tiempo en que se mantenga vigente el juicio. Incluso, una vez finalizado el procedimiento, el trabajador podría solicitar su reintegración, porque eso es lo que corresponde en derecho.
Por si fuera poco, también existen multas administrativas asociadas al despido de trabajadores con fuero, un riesgo adicional que muchas veces se pasa por alto.
Por todo lo anterior, siempre es recomendable que, antes de tomar cualquier decisión respecto de un dirigente sindical, la empresa se asesore adecuadamente y evalúe si realmente existen antecedentes suficientes para solicitar un desafuero. El estándar probatorio en estos casos es exigente, y actuar sin una estrategia clara puede terminar siendo mucho más costoso que abordar la situación de manera preventiva.
Si tu empresa necesita iniciar un proceso de desafuero, podemos ayudarte a evaluar la viabilidad del caso, preparar la estrategia y obtener la autorización judicial correspondiente. La prevención en estas materias no es solo una recomendación: es una necesidad para evitar contingencias mayores y asegurar el cumplimiento de la normativa laboral vigente


